Cuando supo del levantamiento de Hidalgo, José María acudió en su búsqueda para ofrecerse como capellán; sin embargo el cura de Dolores tenía para él una misión más importante: levantar las costas del sur y apoderarse del fuerte de San Diego, en Acapulco.

Así, Morelos emprendió cinco brillantes campañas militares por el sur de la Nueva España. Su ejército, aunque más pequeño, demostró ser más organizado que el de Hidalgo; juntos resistieron, por más de dos meses, los embates del realista Félix María Calleja en Cuautla. Fue impulsor de nuestra primera constitución, la de Apatzingán. Su captura, en 1815, y el juició que se le llevó a cabo lo convirtieron en mártir, y sólo con el paso de los años se consolidó como uno de los grandes héroes de nuestro panteón nacional.